13 Nov Día 11
Martes de clase. Ya sólo queda una clase para el día D. Como premonición, Álex me siente o se huele mi estado de ánimo, porque ya me ha visto pasar por un previo al examen de una oposición, el año pasado.
Tal y como lo prevé y a pesar de su vorágine de semanas que lleva, este fin de semana pasado sí que he de reconocer que le sentí ausente. Pero le perdono hasta la vida si hace falta, porque estaba en Valencia siendo condecorado como preparador, como ya les conté y como habrán podido ver en su perfil.
Quedé con ustedes el martes pasado (qué rápido pasa el tiempo) en contarles más cosas sobre él. Pues bien, tal y como les dije al principio y tal y como se ve en nuestros directos conjuntos, tenemos súper buena relación, a veces hasta de hermanos. Mayores o pequeños, depende del día nos cambiamos los puestos. Pues como les contaba, Alejandro me conoce muy bien y sabe cuándo y cómo llegar a la Jelen más profunda. Incluso tiene la virtud de saber cómo estoy cuando ni siquiera yo misma lo sé.
Ayer, quedé a comer con un buen amigo, bueno… un amigo que ya les contaré… porque no es amigo como tal. La oposición con sus curvas, sus altos y bajos, ya saben. Tener una relación a la par que la oposición es complicado y más cuando quieres abarcarlo todo. Pero eso, otro día.
Que me enrollo, quedé con un amigo para comer cerca del coworking donde damos las clases con @startlaj y terminando de comer, Álex me llama. “Hola mi niña, qué tal”. Yo tiemblo. En resumidas cuentas, me llama para saber cómo estoy, lógicamente, pero porque sabe perfectamente que estoy histérica a 11 días del examen, como todos nosotros.
Yo tengo dermatitis atópica, por si no sabes lo que es, básicamente se me irrita la piel con determinados alimentos cuando los como en exceso o cuando estoy sometida a épocas de estrés. En los exámenes de la universidad me pasó, y ahora con la oposición y su presión innata, pues imagínate cómo estoy. El estrés y la ansiedad se apoderan de mí y no sólo psicológicamente. Físicamente también y cualquiera que me conoce lo sabe.
Además, como estoy en mi semana mortal de repasar todo el temario, ayer bajé de 12 temas a 8, porque teníamos clase y obviamente, el tiempo para estudiar brillaba por su ausencia y en clase hay que estar con los cinco sentidos puestos para cazar los datos más VIT que nos dice Alejandro.
Mañana les cuento la charla cual papi Adol me echó… besos mil y a por ese martes santo.